Una de las marcas más conocidas del autotransporte mexicano es Fruehauf, es difícil salir a carretera y no observar las letras rojas en algún vehículo de carga. Y no es para menos, la firma tiene una historia que supera el siglo de existencia desde que se fundó en 1914 con la invención del semirremolque.
En México Fruehauf tiene más de medio siglo y pasa por un periodo vigorizante, con una fuerte expectativa de crecimiento en ventas para este 2023, luego de un año marcado por desafíos en la cadena de suministro de componentes, un estrago heredado de la pandemia.
Lo anterior de acuerdo con Leandro Radomile, director general de Fruehauf, quien destaca el esfuerzo emprendido para sortear los principales desafíos que dejó el año pasado. “La cadena de suministro fue nuestro principal reto y donde pusimos el enfoque para cumplir con las promesas de entrega a nuestros clientes, tuvimos que hacer muchos ajustes en la cadena de suministro”.
En este sentido el directivo resalta que el reto con los suministros aún no se encuentra superado del todo. En la actualidad está a un 80% de recuperación, con la expectativa de que se normalice hacia el segundo semestre del año, pero depende de los tiempos vertiginosos que las economías mundiales transitan.
Un daño colateral de los cortes en los suministros es el aumento de precios en las materias primas. Esto ha traído impactos significativos para Fruehauf, los cuales han sido mitigados con la absorción en la medida de lo posible.
“Tuvimos la estrategia de diversificar la base de proveedores para intentar minimizar los impactos en la cadena en materiales como acero, aluminio y madera”, señala el directivo de Fruehauf, cuyo principal producto son las cajas secas, aunque recientemente han tenido crecimientos importantes en plataformas, chasis portacontenedores, tanques y volteos, por mencionar algunos.
En este contexto la perspectiva para la empresa es optimista, con objetivos enfocados en reafirmar el liderazgo en el mercado mexicano y el reconocimiento del mercado como una firma que crea productos a toda prueba.
Trabajamos muchísimo en nuestra ingeniería con nuestros proveedores para suministrar productos de alta calidad, hechos para durar. Creemos que esto cumple con los pilares de la marca: entregar lo que prometemos con productos hechos para durar y enfoque al cliente”, destaca.
Sinergias ganadoras
Recientemente Fruehauf comenzó a operar una planta en Kentucky, Estados Unidos, proyecto que a decir de Radomile ha sido “un éxito total”, pues en estos momentos la producción se encuentra vendida hasta octubre, en un mercado donde la marca espera regresar en su mejor forma bajo el mantra de durabilidad.
En este sentido, una de las particularidades es la sinergia que hay entre México y Estados Unidos en términos de producción para Fruehauf, en ambos países se comparten valores de marca, ingeniería de las cajas, base de proveedores, procesos de producción y técnicas.
“Recientemente lanzamos la caja Generación 2.0, un primer trabajo conjunto entre los dos países, donde compartir componentes e ingeniería nos ha ayudado a poner la caja mexicana a otro nivel”, afirma, al tiempo que destaca que la marca se prepara para las oportunidades que vienen para el transporte con fenómenos como el del nearshoring, gracias a inversiones que ya han emprendido en México.
En línea con la tendencia del transporte de ser cada vez más limpio en emisiones, con vehículos propulsados con energías alternativas, la compañía sabe que la clave para el futuro es hacer productos cada vez más ligeros sin que se sacrifique la durabilidad que le caracteriza, además de otras cualidades como las llantas con menor resistencia al rodaje.
Fruehauf es parte de Fultra. Para la firma formar parte de este grupo representa solidez y respaldo. “Fruehauf tiene 55 años en México y estamos preparando a la empresa para muchos más”, afirma Leandro Radomile.