De acuerdo con la catedrática Bertha Martínez Cisneros, coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad Campus Mexicali, aún con las disrupciones ocurridas en las cadenas de suministros durante los últimos meses, e incluso pese al mal clima, el aguacate mexicano seguirá siendo el rey antes, durante y después del enfrentamiento entre Los Angeles Rams y Cincinnati Bengals.
Estima que durante febrero de cada año, la demanda de aguacate en Estados Unidos aumenta entre un 30% y 40%, por lo que la Asociación de Productos y Empacadores de Aguacate de México (Apeam), informó que, para cumplir con el envío masivo de 140 mil toneladas, durante el mes de enero se enviaron semanalmente entre 24 y 25, estimando así cumplir con la demanda del aguacate en esta fecha.
Cadena logística
La cadena de logística del aguacate se pone en marcha en la franja aguacatera, compuesta por 55 municipios del estado de Michoacán, único estado que envía aguacates para este evento,
Dado que el aguacate comienza su proceso de maduración al momento del corte, para detener o alargar este proceso es necesario emplear una cadena de frío, y de esta manera lograr que, una vez en el empaque, bajo una temperatura de 4 grados celsius, la cosecha se mantenga en las bodegas, contenedores y almacenes hasta llegar a los puntos de venta.
Hoy sabemos que el medio de transporte más utilizado para enviar los aguacates de México a Estados Unidos es terrestre y, las fronteras por las que se exporta el producto son Ciudad Reynosa, Tamaulipas /McAllen, Texas. Nuevo Laredo, Tamaulipas/Laredo, Texas. Heroica Nogales, Sonora/Nogales, Arizona.
“En promedio, la carga tarda de dos a tres días en llegar de Michoacán a Mc Allen, Texas, ciudad que es la principal puerta de entrada y el punto de partida para la distribución a todo el territorio estadounidense”, detalló la coordinadora.
Exportación
Para exportar aguacates a Estados Unidos es necesario contar con una certificación que avale el cumplimiento de las medidas sanitarias requeridas por autoridades, tanto norteamericanas (CBP, FDA y USDA), como mexicanas (SAGARPA, COFEPRIS, SEMANART).
Alcanzar ese nivel de calidad, explicó la especialista, requiere de la trazabilidad, factor que permite que cada aguacate michoacano pueda rastrearse hasta el huerto exacto en el que se cultivó en México, con la fecha y hora del día que fue recogido del árbol.
“Es un proceso en el cual se llevan registros digitales a lo largo de toda la cadena de producción y logística”, agregó.
Finalmente, para llegar a los consumidores, el aguacate se distribuye a través de una cadena de más de 150 tiendas detallistas en Estados Unidos, así como que incluyen restaurantes y otros distribuidores.
“Del huerto michoacano a la mesa de los fanáticos el día del juego es un largo camino. Son muchos los involucrados en la cadena de suministro del aguacate; cada uno de ellos tiene una posición estratégica en este juego y para poder anotar un touchdown han aprendido a ponerse la camiseta por los aguacates mexicanos”, concluyó.