La integración de más mujeres a la alta dirección es un desafío importante para México como país, sociedad y economía, ya que llegar a estas posiciones de liderazgo implica enfrentar barreras como discriminación basada en estereotipos y falta de apertura de parte de otros líderes.
Esto de acuerdo con el estudio “Mujeres de la Alta Dirección en México 2024. Talento femenino que consolida la resiliencia empresarial”, publicado por la firma de consultoría KPMG.
Según el sondeo, las principales barreras para que más mujeres ocupen las opciones de alta dirección son:
- 62% Discriminación basada en estereotipos, sesgos y microagresiones.
- 35% Falta de apertura por parte de otros miembros de la alta dirección.
- 35% Autolimitaciones por falta de autoestima o autoconfianza.
- 29% Burnout o agotamiento.
- 24% Políticas sin perspectiva de género.
- 22% Cultura de competencia extrema.
- 19% Desequilibrio demográfico en la empresa.
- 18% Acoso y hostigamiento laboral.
- 8% Falta de competencia blandas.
- 6% Falta de competencias técnicas.
- 6% Políticas sin perspectiva de género en momentos clave.
“El respaldo de los líderes es crucial para un cambio cultural que impactará positivamente a la sociedad. Su patrocinio en iniciativas para eliminar brechas salariales e impulsar programas de mentoría y políticas de género aumentará la presencia femenina en alta dirección”, dijo Olivia Segura, Socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento de KPMG México, acerca de cómo afrontar estas barreras para las mujeres.
Retos y oportunidades
Asimismo, el estudio de la consultoría señala que algunos de los retos que las mujeres también enfrentan en México son: Lograr un balance entre la vida personal y profesional, la falta de cultura laboral inclusiva e igualitaria en cuanto a oportunidades.
Hay elementos que han apoyado a las mujeres para ser incluidas y permanecer en la alta dirección se encuentran: el desarrollo de nuevas competencias y habilidades, ambición de crecer profesionalmente, participación en inicitivas o proyectos de alta visibilidad, buena evaluación de desempeño, contar con un mentor o mentora, integración de la vida peronal y laboral, entre otros.
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