Para el sector del autotransporte en Estados Unidos el panorama seguirá siendo negativo, lo que resta de este año y el que viene, principalmente por las caídas en los volúmenes de mercancías, la utilización de los camiones de carga y la afectación a las tarifas de los fletes, que se han dado a raíz de la emergencia sanitaria del COVID-19, según el Índice de Condiciones de Transporte (TCI) de la Transportation Research Associates Incorporated (FRT, por sus siglas en inglés).
Avery Vise, vicepresidente de camiones de la firma de consultoría, indicó que el pronóstico es que en abril y mayo de este año las condiciones negativas para el sector alcanzarán su punto más bajo. No obstante, previó que la perspectiva siga siendo negativo hasta el 2021.
“En febrero pasado el índice en dicho sector se ubicó en 0.96%, un poco inferior al de enero pero ligeramente positivo. Antes de la crisis de COVID-19 en marzo, el TCI había sido positivo durante tres meses consecutivos, lo que no había sucedido desde hace un año”, explicó.
Agregó que aunque las condiciones de los camiones podrían ser comparables a las peores de la “gran recesión”, la industria de camiones (como el resto de la economía) nunca había visto un deterioro tan brusco.
“La necesidad de reabastecer los estantes de los supermercados proporcionó un breve impulso para algunos segmentos, pero el cierre económico ahora ha afectado a toda la industria. Si bien es probable que comience un reinicio económico en mayo, el daño causado durante este período debilitará las condiciones de transporte en los próximos mese”, apuntó.
Clase 8, continúa en picada
Asimismo, la firma de consultoría también dio a conocer que los pedidos de camiones Clase 8 en América del Norte se desplomaron en marzo 52%, comparado con el mismo mes pero del 2019, al alcanzar las 7 mil 400 unidades vendidas.
Lo anterior, de acuerdo con la FRT se debió principalmente a que algunas empresas cancelaron sus pedidos, previamente realizados, debido a la fuerte y repentina recesión en las condiciones económicas que se viven a nivel mundial.
De acuerdo con la FRT, la incertidumbre sobre la duración de la crisis de COVID-19 esta provocando que las empresas limiten sus pedidos, y establezcan sus necesidades a corto plazo.
“La única buena noticia aquí, es que el número sigue siendo positivo a pesar del alto número de cancelaciones esperadas. El número de pedidos brutos probablemente sea superior a 10 mil 000 camiones, lo que significa que al menos algunas flotas necesitan más vehículos. Algunos transportistas les está yendo bien a corto plazo, dependiendo de la región y el tipo de carga que se transporta”, consideró Don Ake, vicepresidente de vehículos comerciales de la FRT.
Asimismo, indicó que se espera que la mayoría de las flotas pausen sus ciclos de reemplazo debido a la crisis que se vive actualmente. No obstante, estimó que las grandes flotas que tienen necesidades inmediatas y los recursos financieros continuarán haciendo pedidos modestos, mientras que las más pequeñas buscarán resolver sus necesidades de corto plazo a través de la adquisición de camiones usados para reducir su riesgo financiero.