T-MEC, paso a pasito

Este año, el transporte pesado aumenta el Valor de Contenido Regional de 60% al 64%

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Dicen que “no hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla” y este 2024 arranca la segunda etapa en la medición del Valor de Contenido Regional (VCR) para los vehículos pesados, que exige un aumento del 60% al 64%. El ajuste entrará en vigor el 1 de julio, no obstante, los fabricantes de unidades pesadas ya se encuentran listos para cumplir este nuevo requisito. 

Cabe recordar que el año pasado, se dio la transición en los vehículos ligeros que aumentaron de 62% al 75%, sin embargo, para los vehículos pesados se dio más tiempo para pasar de 60% al 70% para 2027, con una etapa de transición durante este 2024.

“Este periodo se basa en el trabajo de las autoridades y de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) para acordar este beneficio”, explicó Virginia Olalde López-Gavito, directora de Comercio Exterior y Estudios Económicos del organismo. 

“La industria de vehículos pesados está altamente integrada, especialmente entre México y Estados Unidos. Al inicio del T-MEC teníamos que cumplir con el 60% de contenido regional, el mismo valor que teníamos con el TLCAN. Este primer incremento en el 2024 le dio cuatro años de preparación a las empresas armadoras”, agregó.

  • 2020 – 2024 

60% del vehículo tiene que fabricarse con autopartes de la región 

  • 2024 – 2026 

64% del vehículo tiene que fabricarse con autopartes de la región

  • 2027 en adelante 

Fabricantes tienen que cumplir con el 70% del VCR

 

“En la renegociación del NAFTA, ahora T-MEC, se acordó que el VCR de los vehículos pesados pasará de 60% a 70% en un periodo de siete años, debido a que la producción es muy baja comparada con los vehículos ligeros, además de ser una industria de pesados que ya se encuentra muy integrada entre México, Estados Unidos y Canadá”, explicó Jorge Prado, socio director de la Agencia Nacional de Proveedores del Sector Automotriz (ANAPSA). 

 

ÁREAS DE OPORTUNIDAD 

Las partes que entran en esta “medición” de porcentajes se dividen en dos segmentos: 

  1. Autopartes principales: Bolsas inflables, carrocería, chasis, cinturones de seguridad, frenos, motores, ruedas y volantes. 
  2. Autopartes complementarias: Acoplamientos, baterías de iones de litio, dispositivos eléctricos de arranque y sistemas electrónicos de frenado. 

A pesar de que en México se fabrica la mayoría de las autopartes que requieren para el ensamblado, no todas las empresas cuentan con las certificaciones que solicitan las armadoras. 

“Salvo los semiconductores y alguno que otro componente electrónico, todo se fabrica en México: ejes, muelles, rines, sistemas de dirección, partes de suspensión y powertrain”, refirió el director de ANAPSA.  

Sin embargo, las piezas de vehículos pesados se fabrican en menor cantidad y eso tiene una razón muy sencilla. 

En 2023 se produjeron más de 222 mil unidades de vehículos pesados en México y unos 3.7 millones de vehículos ligeros. Entonces una empresa de autopartes puede elegir entre tener un mercado de millones o de miles”, explicó Virginia Olalde. 

A pesar de estas dificultades, las armadoras tienen áreas muy específicas que trabajan con la red de proveedores para desarrollar las autopartes que necesitan. “Cada marca elige su estrategia, así como proveedores, y muchas veces, las compras se hacen a nivel corporativo”, agregó la ejecutiva. 

Además del aumento en las autopartes de la región, este nuevo tratado tiene otras aristas, de las cuales destaca el tema del acero. 

El 70% del acero debe ser originario de América del Norte, estas compras pueden ser directas, a través de un centro de servicio o adquiridas mediante un proveedor.

A esto se le suma el Valor de Contenido Laboral, donde al menos 45% de los empleados que laboran en la fabricación y armado deberá tener un salario de 16 dólares por hora. 

Este porcentaje se divide en 30% para trabajadores de las áreas de materiales y manufacturas, 10% en el área de tecnología y 5% en las líneas de ensamble.

Por ahora, las armadoras mexicanas se declaran listas para dar este paso, ¿y los autopartistas mexicanos tienen la capacidad para cubrir la demanda del segmento?

 

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