En los últimos meses, la industria de vehículos pesados ha sufrido reveses por la escasez global de semiconductores, o chips; esto último debido a una desestabilización provocada por la pandemia de COVID-19.
Como si esto no fuera suficiente, la reciente disputa militar entre Rusia y Ucrania podría agravar aún más el mercado global de semiconductores. Debido a que ambos países son proveedores de las empresas fabricantes de estos componentes esenciales para industrias como la automotriz o la electrónica.
De acuerdo con la agencia Reuters, Ucrania es el proveedor del 90% de neón de grado semiconductor (esencial para los láseres utilizados en la fabricación de chips) de Estados Unidos; además de que Rusia es un proveedor importante de paladio, un metal utilizado en sensores y otras aplicaciones electrónicas.
En este sentido agencia de noticas abunda en que si bien los fabricantes de chips no tendrían una afectación directa, sus proveedores sí; de ahí que pudiera agravarse una crisis que la industria ha venido sorteando a nivel global.
Los principales productores de semiconductores se ubican en Asia, pero recientemente se ha buscado diversificar esta industria esencial para la producción. En México, la crisis ha provocado retrasos de entregas e inventarios tanto en vehículos ligeros como de pesados.