Las inspecciones emprendidas recientemente al transporte de carga en la frontera con Texas, son contrarias al libre comercio y responden a un tema de politiquería por parte del gobernador de dicho estado, acusó el presidente López Obrador.
La semana pasada, el gobernador de Texas, Gregg Abbott, instruyó inspecciones exhaustivas al transporte en los cruces fronterizos, provocando esperas de hasta 20 horas para los operadores y pérdidas millonarias para las empresas.
“El gobernador de Texas aspira a ser candidato del partido republicano, entonces piensan que con eso van a ganarse simpatías, aunque perjudican”, dijo López Obrador y agregó que estas inspecciones son violatorias del derecho internacional porque los estados no tienen facultades para hacer acuerdos con un país extranjero.
Abbott ha argumentado que las inspecciones son necesarias para detener el paso ilegal de migrantes, aunque días después de anunciar la medida reculó y acordó con los gobiernos de Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas destrabar el paso en los cruces.
De acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), las inspecciones provocaron malas condiciones laborales para los operadores, que debían esperar hasta 20 horas sin alimentos o sanitarios, además de que las pérdidas para las empresas se calculan hasta en 8 millones de dólares por día.
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