Antes de que un vehículo de autotransporte de Volkswagen Camiones y Buses llegue a las distribuidoras de la marca, su prototipo pasa por varias pruebas. El objetivo es asegurar que cumpla con estándares de calidad, seguridad, confort y economía.
En el laboratorio de la unidad de investigación, un número mayor a 500 especialistas observa las interferencias electromagnéticas, el clima, la altitud y tipos de terreno en los que va a circular la unidad motriz.
También analizan el funcionamiento del software, la resistencia al agua o a los choques y la conducción en condiciones adversas, dijo Rodrigo Chaves, vicepresidente de Ingeniería y CTO de Volkswagen Camiones y Buses.
Pruebas a detalle
El funcionamiento de los camiones se somete a altitudes de 5,200 metros, temperaturas de -18°C o de hasta +50°C y circulación en la nieve. Las pruebas de choque se utilizan para comprobar su seguridad. Los movimientos bruscos de la cabina o cab-shake, aseguran que todo esté adecuadamente ensamblado.
Otras de las más de 300 pruebas, son la simulación de arrollamiento o vuelco del habitáculo. Así mismo, se observa el envejecimiento térmico en una cámara climática que favorece el aumento y la disminución bruscos de temperatura y humedad.
Para que esto sea posible, Volkswagen Camiones y Buses invirtió una cantidad no especificada en datos. Estos retroalimentan el sistema de desarrollo y favorecen la eficiencia de los modelos matemáticos que se utilizan en la creación de los vehículos de la marca.
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